En la Caracas colonial cuya población no sobrepasaba unos treinta mil habitantes, Simoncito creció como todos los niños de su rango social; mecido en los brazos de una esclava negra llamada Hipólita.
Su nodriza, es quien amaba como a una segunda madre, acompañando a sus padres en sus oficios religiosos, jugando con otros niños de su edad en el patio perfumado de granadas de su casa natal y recibiendo las enseñanzas de sus primeros maestros.
Los Valles de Aragua eran entonces las tierras más fértiles de Venezuela. allí en la pequeña población de San Mateo, la familia Bolívar poseía una hacienda. Los cuatro hermanos solían viajar ha ella de vez en cuando. Les gustaba ver como cantaban en los terneros o fiestas patronales.
Juan Vicente Bolívar y Ponce, padre de el Libertador, murió el 19 de Enero de
Simón a pesar de ser el menor siempre era
Pero a pesar de estos respiraderos la infancia de Simón fue muy dolorosa. Un día, estando en Caracas la Mamá se pone muy triste. Los niños reciben
Papá está muriendo - dice en voz bajita a los demás hermanos.
Toda la familia se vistió de lutos. Los numerosos amigos y parientes desfilaron antes del féretro. Doña Concepción reunió a los cuatro hijos. Los besó en silencio y luego con lágrimas muy limpias en los ojos les dice:
Papá ha muerto. Papá ha ido al cielo. Desde ahora yo sabré darles el cariño de su ausencia.
Quizá el pequeño Simón no logra entender la muerte de su padre apenas tenía 3 años.
Don Feliciano Palacios, padre de Doña María de la Concepción queda como tutor de los niños, pero murió al año siguiente. Después de la muerte del abuelo Simón quedó bajo el cuidado de su tío Carlos Palacios, quien se hace cargo de el y sus hermanos. El ambiente familiar termina desmoronándose con el casamiento de sus hermanas y la salida de Juan Vicente al cargo de otro tutor.
Este cambio de ambiente influye sobre Simón, quien al poco
A raíz de este incidente, el joven Simón ha sido confiado a Simón Rodríguez quien dirigía en esa época una escuela de primeras letras en Caracas. Pedagogo Liberal y excéntrico, de vasto pensamiento universalista, supo sembrar en el alma de su alumno el germen de las ideas nuevas "Usted formó mi corazón para la libertad, para la grandeza, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me señaló; escribió Bolívar a su maestro Rodríguez muchos años más tarde. Otros de sus profesores que el célebre Andrés Belo, conocido como el maestro de América y el más grande humanista del continente.
A los 14 años, Simón ingresó con el rango de Cadete en el batallón de milicias de Blancos de los Valles de Aragua, y un año más tarde era ascendido a Sub Teniente. Su hoja de sus vicios rezaba entonces: "Valor: conocido: aplicación sobresaliente" pero no será nunca militar de escuela. El lo será de todas y su arte de la guerra, a pesar de todos los manuales que había leído y asimilado saldrá más bien del fulgor de su genio de su constancia de sus cualidaddes de caudillo exepcional que conducirá a la victoria a las multitudes enardecidas por su verbo, por su patriotismo y por su amor a la libertad
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